Todo lo que debes saber sobre los microchips para perros

Son muchas las responsabilidades que se adquieren al tener una mascota, una de estas es estar al pendiente de su paradero en todo momento.  Los chips para perros se han convertido en una herramienta indispensable para los dueños, debido a que permiten conocer el lugar exacto donde se encuentra la mascota. Esto resulta beneficioso para aquellos caninos que suelen perderse o extraviarse con facilidad.

Con esta innovadora tecnología se puede marcar la diferencia entre perder a tu mascota por unas horas o perderla para siempre.

¿Para qué sirve el microchip para perro?

El uso del microchip tiene como propósito localizar de manera rápida la desaparición de una mascota en caso de que se extravíe. Aunque, también sirve para evitar el abandono de animales, ya que se puede relacionar al can con su dueño.

¿Cómo es la implantación del microchip para perros?

El microchip para perros, según Webconsultas, se coloca por medio de una inyección subcutánea en la zona izquierda del cuello. Es importante que la administración del chip sea realizada por un veterinario. 

La inyección puede resultar un poco molesta los primeros días, más no causa ningún efecto adverso. En caso de que tu perro se rasque la zona en la que está el microchip, debes visitar al veterinario para evitar que se haga daño con sus dientes.

Posterior a la implantación se hará entrega de una cartilla con todos los datos del perro y el dueño. Esta información es necesaria en caso de desaparición de la mascota, puesto que debe ser presentada como prueba de propiedad. Si extravías el documento puedes solicitar otro con el veterinario que realizó el procedimiento.

El microchip no causa reacción alérgica ni requiere ningún cuidado especial tras su implantación

Edad recomendada para la implantación del microchip.

La edad idónea para la realización de un implante es cuando el perro es un cachorro, sin embargo, puedes colocarle el chip en cualquier momento de su vida. Por ley es obligatorio implantarlo a partir de los dos meses de edad, esto varía según el país de residencia.

En la mayoría de los casos para llevar a cabo esta práctica se rellena un formulario por triplicado, donde el dueño debe quedarse con el original. Posteriormente, el veterinario registra los datos del microchip en una base de datos comunitaria.

En caso de extravío del perro, se debe avisar al registro o archivo de identificación de animales de la comunidad.  Por otra parte, si el dueño se cambia de ciudad y el perro se ha extraviado en un lugar donde no ha sido registrado, también es necesario reportar su desaparición. Lo positivo es que se puede acceder al programa de geolocalización desde cualquier parte del mundo, por lo que si decides mudarte, no será necesario sustituir el microchip por otro nuevo. 

Mitos sobre los microchips.

De acuerdo con Bekia Mascotas, uno de los mitos más conocidos es que “los microchips causan algunos problemas tras su implantación”, lo cual es totalmente falso.

El microchip no causa reacción alérgica ni requiere ningún cuidado especial tras su implantación. Estos se elaboran a partir de vidrio suave y biocompatible, precisamente para evitar que ocurran problemas de salud. Sabiendo esto, es importante mencionar que el microchip no contiene ningún metal ni elementos contaminantes. 

La única recomendación es no aplicar antipulgas, perfume o loción a tu mascota en la zona donde ha sido implantado el chip, para prevenir infecciones o algún tipo de dolor. Una vez sanada la herida, se puede usar de nuevo cualquier producto que se desee dentro de los márgenes permitidos para tu perro.


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