
¿Mi gato puede comer huesos de pollo?
Frecuentemente las mascotas son golosas y traviesas para ingerir alimentos provocativos que pueden ser dañinas para ellas, y los huesos de pollo no se salvan de ellas. Sin embargo, es siempre bueno tomar en consideración el cómo, dónde y cuándo los haya comido.
Muchas personas están a favor y otras en contra de incluir huesos de pollo en la dieta diaria de los gatos. No obstante, es recomendable abrir horizontes a otros alimentos que sean primordiales para su nutrición con el fin de evitar riesgos e incertidumbres.
¿Qué aporte cumplen los huesos de pollo?
La ingesta de huesos de pollo se ha convertido en parte de platos tradicionales a nivel mundial, debido al aporte nutricional y rentabilidad. Debido a esto, hay muchos individuos que han traspasado el espíritu de su ingesta a los animales, donde los gatos no se han salvado.
De por sí, la organización AARP establece que los huesos de pollo tienen efectos antiinflamatorios y antibacterianas, debido a las vitaminas y aminoácidos que contienen . De igual modo, son ricos en calcio, fósforo, magnesio y hierro, los cuales son minerales esenciales para el desarrollo y fortalecimiento del sistema inmunológico.
Desde otra perspectiva, los huesos de pollo deben ser analizados, puesto que una mayor cantidad de cartílago o carne disminuirá el riesgo de desgarres. Asimismo, no es recomendable consumirlos todo el tiempo, y mucho menos como plato principal porque no está diseñado para cubrir los valores nutricionales primordiales.
La ingesta de huesos de pollo se ha convertido en parte de platos tradicionales a nivel mundial, debido al aporte nutricional y rentabilidad

¿Es recomendable que los gatos consuman huesos de pollo?
Hay quienes alegan que unos de los principales beneficios de la ingesta de estos tipos de hueso, es el fortalecimiento de la mandíbula. Tal como plantea el diario Cuteness, también es apropiado para limpiar las bacterias alojadas en su boca, aunque en realidad hay mejores y más seguros alimentos.
Para evitar accidentes, será más conveniente alimentar a los gastos con partes menos huesudas y punzantes, o en un defecto podrías triturarlos hasta que sea completamente seguro tragar. En ese sentido, si no posees una amplia variedad de alimentos en la dispensa, es recomendable agregarlo al menú una sola vez al mes en pequeñas cantidades.
En cierta forma, el riesgo dependerá de cuán pendiente estés de tu gato y de la regularidad en que le suministres los huesos. La presentación es fundamental, por lo que te aconsejamos elegir trozos blandos y carnosos que no posean bordes afilados, sino más bien redondeados.
¿Cuáles riesgos existen si tu gato ingiere huesos de pollo?
Los huesos de pollo pueden generar un riesgo mayor que irrumpa el isófago, estómago, intestino y recto. Por lo general se catalogan como delicados debido a las obstrucciones y perforaciones que causan en dichas zonas, pudiendo generar una muerte sistemática o instantánea.
Consecuentemente, si por mala suerte se atasca un pedazo de hueso, será tu gato quien sentirá los efectos adversos por el deseo de expulsarlo. Incluso, estos residuos pudiesen llegar a tener contacto con las bolas de pelos y agudizar las arcadas o náuseas, lo que genera asfixia y falta de apetito.
Por otra parte, si tu gato ingiere un pedazo cocido, será más propenso a sentir pinchazos por astillas que se desprendan. Esto puede causar desde roturas en las encías, hasta generar hemorragias internas en la zona abdominal que requieran intervención quirúrgica. Una clara señal es observar que su excremento posea manchas de sangre y dolor al expulsar su excremento.
Finalmente, es fundamental evitar suministrar huesos mientras sus dientes no se hayan desarrollado adecuadamente. Si no muerde, desgarra ni mastica completamente, lo mejor es no comprar ningún tipo de carne que contenga huesos porque será arriesgado.