La naturaleza es completamente capaz de llevar a cabo todos los procesos involuntarios en tu mascota, como el desarrollo y la digestión, por ejemplo. Igualmente, la gestación y el parto; es normal que no sea necesaria ninguna intervención externa para que tu minina dé a luz exitosamente. Sin embargo, no está de más saber cuáles son los principales síntomas que puede presentar esta felina.

¿Cuáles son los síntomas regulares que presenta una gata embarazada?

Es posible que los primeros síntomas se comiencen a observar pasadas las tres semanas de embarazo. Son muy generales, y tienden a ser los mismos en todos los gatitos, tal como nos sugiere PURINA ONE:

• Aumenta el tamaño de las mamas y se tornan rosa.
• Hinchazón del vientre.
• Pérdida de apetito.
• Comienzan a desarrollarse comportamientos maternos (ronroneo en exceso).
• Aumento de peso (uno o dos kilos, depende de la cantidad de fetos).
• Inquietud.
• Manifiesto de malestar, a veces náuseas matinales.

Si observas de manera constante algunos de estos en tu mascota, será mejor que la pongas en control con un veterinario de confianza. Él te dará las mejores recomendaciones para que la gatita llegue óptima al momento del parto.

¿Cuáles son los síntomas que deben preocuparte si tu gata está embarazada?

Según EROSKI Consumer, el problema más común que puede alterar la naturalidad de un parto en gatas, es la distocia. Esta es conocida como la dificultad o imposibilidad que presentan los cachorros para atravesar el canal de parto, debido a su tamaño. No obstante, existen otros motivos que pueden ser alarmantes:

Interrupción del nacimiento de los cachorros durante el parto

Todas las gatas tienen un ritmo distinto para dar a luz. Hay casos donde el intervalo de tiempo entre un cachorro y otro puede alcanzar las dos horas. Pero cuando este es mayor a cuatro horas, supone una señal de que algo está yendo mal.

Presencia de líquidos oscuros

Si después del parto observas un líquido de color marrón, con un olor putrefacto, es posible que el felino esté sufriendo una infección uterina. Normalmente, esto sucede por la muerte de un cachorro en el interior.

Inactividad de la minina, luego del parto

Es importante el semblante que tiene una gatita durante y después del parto. Si esta se observa decaída, inactiva y adormecida, posiblemente esté sintiendo dolor por alguna anormalidad interna.

Hemorragia durante el parto de tu gata

Este es el síntoma con el que más debes alarmarte. Es normal que tu mascota segregue líquido placentario de color rosa claro. Sin embargo. cuando se convierte en sangre abundante de color rojo intenso, es probable que se deba a una hemorragia, producto de una ruptura uterina.

No se expulsan todos los cachorros del interior

Si un feto se queda alojado en el interior del útero, puede traer como consecuencia que el felino se inyecte. Es recomendable hacer una ecografía para conocer a ciencia cierta la cantidad de cachorros que se encuentran dentro.

Si se presentan estas complicaciones en un parto, es posible que se necesite practicar una cesárea, por lo que se debe acudir a un especialista. 

Prevención de los problemas durante el parto 

EROSKI Consumer nos facilita una lista de recomendaciones para que tu mascota llegue en buen estado al parto, y así evites inconvenientes:

• Mantener un peso equilibrado.
• Si la gata es persa, es recomendable que el parto sea supervisado por un veterinario. Esta raza se caracteriza por tener una voluminosa cabeza, complicando la salida de los cachorros a través del canal de parto.
• Ubicar a tu mascota en una zona de confort, cálida y sin ruidos.
• Mantener la calma, para que el felino no perciba desesperación ni ansiedad.