6 tips para cuidar el caparazón de una tortuga

Las tortugas son reptiles tranquilas y calmadas que aparentan ser indefensas pero que en realidad son muy inteligentes, las cuales se desarrollan en varios ambientes. 

Poseen una anatomía sencilla, siendo el caparazón un escudo que siempre las caracteriza. Estas forman una parte fundamental dentro de la anatomía de la tortuga, la cual está compuesta internamente con la columna vertebral. Además, su mantenimiento es de suma importancia, debido a que puede presentar descalcificación y ser muy sensible.

¿Para qué sirven los caparazones de las tortugas?

Juegan un papel importante en su estructura que a simple vista se cree que las protege de los depredadores marinos y terrestres. Sin embargo, el portal de Cienciaplus hace referencia a un estudio paleontológico que planteó la idea de permitirles excavar bajo tierra durante sus inicios.

Cabe destacar que el caparazón permite que las tortugas desarrollen otras funcionalidades como mantenerse orientadas al caminar y también respirar, debido a que está fusionada a la columna y costillas.

Si observas que tu mascota presenta lesiones mayores en su caparazón o molestias al caminar y alzar su cuello, te sugerimos llevarla a un veterinario

6 consejos para cuidar el caparazón de una tortuga

Los signos de fracturas o lesiones son evidentes al momento de observar a nuestra mascota, sin embargo, hay que ser riguroso al momento de revisarlas. La mayoría de las medidas de cuidado recaen en la atención y compromiso, dado a que son animales vulnerables e indefensas. A continuación te recomendaremos una serie de 6 pasos para conversar el caparazón de tu tortuga:

1. Alimenta a tu tortuga sanamente

Es importante que alimentes a tu tortuga diariamente con porciones pequeñas de vegetales como la lechuga, brócoli, tomate, acelgas, entre otras. Por otro lado, las tortugas también pueden ingerir un pequeño  porcentaje de frutas dentro de su plan dietético, como pequeños trozos de manzana y sandía. El Hospital Veterinario Nacho Menes sugiere evitar alimentos como granos, frutas ácidas y hongos, porque pueden ocasionar problemas de digestión.

2. Suminístrale suplementos vitamínicos 

No solo es fundamental alimentar a tu tortuga, sino también suministrarle minerales claves para el desarrollo y conservación de su caparazón durante su crecimiento. En ese orden de ideas, el suplemento vitamínico debería constar principalmente de calcio y fósforo, así como Vitamina A y D. 

Es importante que sepas que el caparazón de una tortuga está formado por huesos y está adherido a su piel, la cual será un escudo que la protegerá con el tiempo.

3. Limpia regularmente su caparazón

Puede que el caparazón de tu tortuga se encuentre sucio gracias a un estanque mal lavado o incluso falta de higiene. No obstante, es necesario que siempre mantengas un aseo semanal porque acumula bacterias que pueden infectar y generar un desgaste, mal olor y descoloración. Para evitarlo, puedes enjuagarla con mucho cuidado con el apoyo de un cepillo y agua tibia pero sin jabón, detergente o esmalte, porque puede infectarse.

4. Proporcionar diariamente luz solar

La luz solar es fuente natural de Vitamina D, además de ser un factor primordial para mantener a tu mascota alegre, viva y activa. Asimismo, Hispalvet Veterinarios establece que la exposición solar permitirá que tu tortuga mejore la calcificación ósea, el metabolismo y la capacidad de reproducción.

5. Mantener un espacio seguro

El caparazón es un escudo que está expuesto a la intemperie, lo cual puede generar lesiones y roturas al encontrarse en ambientes inseguros. Esto podría generar problemas y patologías en la piel debido a los microorganismos, tal como plantea la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional de Colombia. 

Te recomendamos mantener un espacio propio para tu tortuga, ventilado y limpio, donde no esté expuesto a contraer infecciones de otros animales.

6. Asistir a un veterinario

Si observas que tu mascota presenta lesiones mayores en su caparazón o molestias al caminar y alzar su cuello, te sugerimos llevarla a un veterinario. Ellos se encargarán de descartar o verificar la presencia de grietas o fracturas, así como también sugerir los mejores antibióticos para tratar las heridas causadas.


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