La congestión nasal puede ocurrir muchas veces en la vida de nuestros perros, debido a la sensibilidad de sus fosas nasales y facilidad de infectarse. Existen causas comunes debido a resfriados, alergias o hemorragias que afectan principalmente su hocico o garganta.

Que tu perro tenga mocos puede depender de la susceptibilidad, ya que los perros poseen entre 200 y 300 millones de receptores olfativos que los vuelven más sensibles. Es un proceso diario y natural, no obstante, es recomendable verificar características como el color, textura y viscosidad del moquillo.

¿Por qué mi perro tiene mocos?

La mucosidad se genera por agentes que irritan las fosas nasales de nuestras mascotas, los cuales podemos notar por estornudos, goteo nasal e incluso náuseas. Tal como establece el blog SoyUnPerro, la mucosidad afecta a nuestros canes debido a los elementos extraños que perturban la densidad de la secreción nasal.

La causa más común puede resultar debido al contraste de fuertes olores alojados en los orificios de nuestra mascota que se acentúan al inhalar. Por otro lado, nuestro perro puede verse afectado por la presencia de bacterias que generan una fuerte irritación.

Dificultades que atribuyen la congestión nasal de tu perro

Los riesgos que pudiera tener tu mascota podrán ser pronosticados de acuerdo al color y olor de la mucosidad. Sin embargo, existen problemas congénitos que surgen debido a la configuración y estructura nasal, tal como plantea Red Canina sobre los perros braquicéfalos.

Si tu mascota desde cachorro ha sido diagnosticada con sinusitis, rinitis, hipertrofia de cornetes o estenosis nasal, le será más difícil inhalar debido a la obstrucción en sus fosas y vías respiratorias. De ser así, es necesario que observes la dificultad al respirar que está presente, ya que puede llegar a producir hemorragias.

Soluciones para reducir la mucosidad de tu perro

Lo mejor que puedes hacer es llevar a tu perro al veterinario, con el objetivo de realizar radiografías de su cavidad nasal. Sin embargo, durante los dos primeros días de irritación nasal, te recomendamos prestar atención al aspecto del moco o pus, ya que se tornan verdoso o amarillento. De acuerdo a The Dog People, se pueden seguir ciertos pasos al momento de que tu mascota presente secreción:

Observa todos los síntomas

La señal más común es el estornudo o dificultad para inhalar, pero las alergias de tu mascota también puedes identificarlas al tener sus ojos llorosos. En situaciones más extremas de infección, tu perro puede experimentar fiebre, vómitos, diarrea, déficit de apetito y hemorragia nasal interna, lo cual requerirá asistencia veterinaria.

Mantén la limpieza en tu hogar

Trata de evitar lugares donde haya una fuerte concentración de polvo, debido a que sus ácaros y el moho se concentran en espacios cerrados. Es importante que siempre limpies la cama, alfombra, colchón o sofá donde tu mascota acostumbra descansar, debido a que éstos constituyen una humedad del 50-75%.

Descongestiona a tu mascota

Si tu perro muestra pequeños signos de congestión nasal, puedes agregar cuidados caseros para reducir el riesgo y mejorar su calidad de inhalación. Las fosas nasales de nuestros canes son muy sensibles y delicadas, sin embargo, recomendamos utilizar vapor de agua o compresas tibias en caso de que tenga mocos transparentes.

Consulta con un veterinario

Es importante que tu veterinario evalúe los mejores métodos basados en los síntomas que presente tu mascota durante el diagnóstico. Por ejemplo, un estudio de la Universidad Nacional de La Plata establece que la acumulación de mucosidad y el oscurecimiento del seno frontal en la nariz de tu perro, puede analizarse haciendo uso de una tomografía axial. 

En estos casos, las enfermedades nasales caninas pueden ser descartadas detectando el grado de rinitis. Finalmente, tu veterinario podría aplicar antibióticos, analgésicos, e incluso un plan de vacunación anual para mantener a tu perro sano y libre de mocos.