La castración de cabritos, es realizada comúnmente con la idea de obtener grandes beneficios económicos desde el punto de vista de la ganadería. Pero, en otro sentido, cuando se trata de tener una cabra como mascota, la castración puede representar mejoras saludables a lo largo de su vida.
Es lógico pensar que el hecho de castrar una cabra mascota es algo totalmente innecesario. Sin embargo, en caso de tener un cabrito como compañero y miembro de la familia en casa, el castrado, sin lugar a dudas, será positivo para tu mascota.
Las distintas formas de castrar una cabra, de una u otra manera van a generar ciertos niveles de dolor, inflamación e incomodidad en tu mascota. Por tal motivo, lo más recomendable es realizar el castrado a partir de los 2 meses de edad, incluso antes. Debemos tener presente que mientras más adultos sean, habrá más dolencias y complicaciones.
El castrado también puede prevenir enfermedades testiculares (como cáncer) e infecciones, y traer “mejoras en la conducta” de tu mascota.
Por otro lado, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, en su “Guía para el Manejo Sanitario y Reproductivo de las Cabras”, recomienda castrar a las cabras en un rango de edad entre 8 a 12 semanas.
Es claro que al castrar a tu cabra ya no podrá reproducirse, por lo que será imposible obtener más crías. Las cabras son animales que resultan ser muy cariñosos, amistosos e inteligentes. Generalmente se apegan muchisimo con las personas con las cuales comparten diariamente.
Si tu cabra ha estado contigo desde la primera o segunda semana de su nacimiento, el castrado será muy próspero. Permitirá que tu mascota no sienta ningún tipo de necesidad sexual o de reproducción, afianzándose más a las personas, y sintiéndose a su vez, más querido y más correspondido.
El castrado también puede prevenir enfermedades testiculares (como cáncer) e infecciones, y traer “mejoras en la conducta” de tu mascota.
• De acuerdo con Fias Co Farm, unas de las técnicas de castrado más confiables y eficaces son: El método de corte, donde se extraen directamente los testículos de la cabra y el método de Burdizzo o Ritchey Nipper. En este último se utiliza una técnica manual y sencilla donde se elimina totalmente el flujo de sangre hacia los testículos. Es así como se consigue disminuir de tamaño y luego desaparecer en varias semanas.